Después de vivir en Estados Unidos y de empaparse de conciencia ecológica, Pamela Rillón se acostumbró a separar la basura. Al llegar a Chile no encontró contenedores que diferenciaran los desechos y para solucionar su problema e incentivar el reciclaje, se puso a fabricar basureros de colores para indicar qué residuos van en cada uno. Miden 84 de alto x 40 cm, y tienen rueditas en la base. Vienen en 5 colores, según la clasificación internacional para el reciclaje: negro para latas, verde para vidrios, rojo para envases tetra pak, azul para papel y amarillo para plásticos.